Hace un par de días (medida de tiempo algo indefinida), me embarque de nuevo abordo de mi velero (con grata compañía) y me atrevía a desafiar el frío reinante para disfrutar del silencio y del balanceo de las olas. Fue una excursión breve, de la cual no guardo fotos, pero extensa por el disfrute de cada momento. Llevaba demasiado tiempo sin disfrutar de esa sensación, tanto que casi me pareció nueva.
Espero, como todo navegante soñador de tierra adentro, alargar y repetir en el tiempo esas breves travesias.
Las otras, las de la mente, se van llenando con nuevas lecturas y conversaciones. Mil último descubrimiento es Benjamin Prado.
http://benjaminprado.blogspot.com/
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